jueves, 8 de septiembre de 2016

"La ninfa sorprendida", obra de Édouard Manet


"La ninfa sorprendida", obra de Édouard Manet, del año 1861, con unas dimensiones de 146cm x 114cm. Adquirida por el Estado argentino a la Galería Witcomb, de Buenos Aires en 1914. Se encuentra en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires _ Argentina


La Ninfa hace alusión a un tema mitológico. Manet tomó por modelo a Suzanne Leenhoof, su futura esposa. La belleza de la modelo, tapando su desnudez para no mostrar su intimidad al espectador. El exquisito dibujo del artista se aprecia en los contornos de la mujer, en los pliegues de las telas o en el largo cabello. La pincelada empleada en el fondo es más suelta, como si se tratara de arrepentimientos. Gracias a la luz, la ninfa sobresale del fondo, poniendo en contraste su nacarado cuerpo con el paño rojo sobre el que se sitúa.

Suzane Leenhoff

Suzane Leenhoff, fue una pianista de origen holandés y la esposa del pintor Edouard Manet, para quien posó con frecuencia como modelo. Una excelente pianista, contratada inicialmente en 1851 por Auguste Manet, padre de Edouard, como profesora de piano de Edouard y sus hermanos. Suzanne y Édouard se enamoraron y se vieron involucrados románticamente durante los siguientes diez años. En 1852, Leenhoff dio a luz, fuera del matrimonio, un hijo, León Koella Leenhoff. Suzanne y Édouard finalmente se casaron en octubre de 1863, un año después de la muerte del padre de Edouard.

 Madame Manet al piano, 1868,  Museo d'Orsay, París

La silueta tranquila y relajante de Suzanne aparece repetidamente en la obra de Manet. Hay varios retratos de ella pintados por Manet, incluyendo "La lectura", donde la Sra. Manet escucha atentamente las palabras de su hijo Leo, el lienzo impresionista La Señora de Edouard Manet o Madame Manet en el piano, en el cual Manet pone de manifiesto el gran talento que tenía su esposa para tocar este instrumento; Por último, cuando era la fiel compañera del pintor, sirvió como modelo para el cuadro con desnudo femenino "La ninfa sorprendida".

La Lectura, 1868, obra de Édouard Manet

Édouard y Suzanne ya estaban secretamente relacionados y, a mediados de 1851, ella le anunció que estaba embarazada. El joven Édouard estaba enamorado de su holandesa, pero era consciente de que no podía casarse con ella. La familia de Manet pertenecía a la alta burguesía y el padre, un reputado juez parisino, jamás habría consentido que su primogénito contrajese matrimonio con una chica de una clase social más baja y para colmo de males, embrazada. Angustiado, fue a pedirle ayuda a su madre, que ideó un plan perfecto para que nadie se enterase del desliz, ni siquiera su marido.

Suzanne Manet 

Manet estuvo llevando esta doble vida durante diez largos años, hasta la muerte de su padre en 1862. Una vez liberado de las trabas sociales y con dinero fresco en el bolsillo, pudo casarse al fin con Suzanne, el 28 de octubre de 1863. 

 Madame Manet en el invernadero de 1879

La notoriedad de Manet, al menos en las etapas tempranas de su carrera, se debió más a los temas de sus cuadros, considerados escandalosos, que a la novedad de su estilo. Hasta mediados de la década de 1870 no empezó a utilizar técnicas impresionistas. En este sentido, Bownes se muestra bastante convincente al demostrar que, de joven, sin llegar a considerarse un innovador, Manet sí trataba de hacer algo nuevo: buscaba crear un tipo libre de composición que estaría, sin embargo, tan herméticamente organizada en su superficie como los cuadros de Velázquez.

Madame Manet en el Sofa azul c. 1880

El tono general de la obra de Manet no es el de un pintor radical únicamente preocupado por el mundo visual. Es un sofisticado habitante de la ciudad, un caballero que se ajusta en todo al concepto decimonónico de dandi: un observador distante, refinado, que contempla desde una elegante distancia el espectáculo que le rodea.

Madame Manet en el jardín de Bellevue1880, Metropolitan Museum of Art

Después de la muerte de Edouard Manet en 1883, Suzanne primero vivió en la casa de su primo Julio de Jouy en Gennevilliers, a continuación, en Asnières, finalmente, con su hijo en París, en la rue Saint-Dominique 94a. Suzanne Manet murió en 1906. Ella, al igual que su marido fue enterrada en el Cementerio de Passy.
















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