jueves, 30 de junio de 2016

"Mujeres en la ventana" obra de Bartolomé Esteban Murillo


"Mujeres en la ventana", obra de Bartolomé Esteban Murillo entre 1665 y 1675, con unas dimensiones de 125 × 104 cm. En la Galería Nacional de Arte, de Washington D.C._ Estados Unidos.

Se trata de una de las pinturas de Murillo más enigmáticas.Muestra a dos mujeres en una ventana que observan a alguien o algo que llama su atención. La más joven un deslumbrante retrato naturalista se apoya en el alféizar y esboza una sonrisa mientras que la otra sonríe abiertamente tapándose el rostro con la toca, una escena callejera que el pintor presenciaría más de una vez en las calles de Sevilla. El significado de la sonrisa puede esconder la clave de la interpretación, sobre todo si se relaciona con cuadros de temática similar de las escuelas flamencas holandesa e italiana.

Mujeres en la Ventana de Murillo en National Gallery de Washington

La temática representada es un derroche de maestría. Sobre un fondo completamente negro, resplandecen las dos chicas. Sobre todo la más joven apoyada en la ventana, sobre la que incide toda la luz del exterior, iluminado su piel y su ropa. Esa gran mancha de luz que supone su cuerpo atrae irremediablemente la mirada del espectador, como haría en la escena real, y sobre todo nos atrae hasta sus ojos oscuros y su sonrisa picarona, sensual y provocadora. Mientras que la otra mujer, más mayor, se tapa la boca, riéndose, como sabiendo que ya hemos caído en el hechizo de su compañera.


El tema de las mujeres en una ventana o un balcón en la pintura proviene desde el renacimiento. A partir de la obra Mujeres en la ventana de Murillo veremos como influye el tema y la composición en pintores de otras épocas posteriores, principalmente en las obras de Goya y Manet. Igualmente existieron otros pintores que copiaron la misma composición y todas ellas representan un interés para ver la evolución de un mismo tema en varias épocas de la historia del arte.


La ventana supone un elemento interior, indiscreto, íntimo por el cual se produce una conexión entre lo externo y lo interno. Es una manera de acceder a una parte privada de la vida y también en la pintura ha sido una manera de conectar a los personajes representados con el espectador.

Maja y Celestina en el balcón, obra de Goya. Colección particular

Si bien es estos temas aparecen de una manera segundaría o anecdótica, en las obras mujeres en la ventana están conectadas entre sí, ofrecen una visión distinta por el que la ventana o el balcón es el marco de la composición que sirve de excusa para presentar a una parte de la sociedad femenina.

Si Murillo ofrece un antecedente en las obras de caballete en cuya composición aparecen dos mujeres asomadas en la ventana, doscientos años después será Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) quien repetirá la misma temática y prácticamente con la misma composición. Goya pintó dos obras importantes que seguirán la misma línea que inició Murillo.

Majas en el balcón,  Eugenio Lucas Velázquez. Museo del Prado 

Años después el mismo Lucas Velázquez pinta la obra Majas en el balcón (1862), en donde una mujer engalanada a la manera madrileña se asoma a un balcón tocando una guitarra mientras que otra joven le acompaña cantando algunas letras. Ambas mujeres miran directamente al espectador al mismo tiempo que en el fondo aparece una pareja en donde la joven mira la escena que se está produciendo en primer plano mientras que el joven varón interrumpe su conversación con la mujer para observarnos a nosotros. Esta composición de Lucas Velázquez es la que más se acerca a la obra de Goya y hay una clara influencia que le sirve de pase para sus escenas costumbristas.

El balcón, obra de Manet en el  Museo de Orsay en París

Aunque las tres obras de Murillo, Goya y Manet resultan entre sí un eje de influencia cronológica y una demostración de cómo los pintores más modernos admiran las composiciones de sus precedentes, no son sólo los únicos ejemplos que se dan y también existen otros pintores que, tomando como referencia las obras comentadas, les sirve de modelo para crear composiciones similares.

René Magritte. Museo de Bellas Artes de Gante (Bruselas)

ya en el siglo XX y a la pintura surrealista, nos encontramos con el pintor René Magritte, en su obra Perspectiva II (1950), una obra en la que toma como base el mismo cuadro de Manet, copiando de forma fiel el escenario de la composición pero con un añadido importante que es sustituir a los protagonistas de la escena por ataúdes de madera, dotándoles de una estructura antropomorfa tal y como están ubicados los protagonistas. 

Es curioso ver cómo en la historia del arte, un mismo tema o composición suscita tanto interés entre los pintores hasta el punto de repetir la misma composición en diversas épocas. Sería muy interesante que estas obras pudieran estar reunidas en un mismo espacio de exposición para poder disfrutar de la evolución de las mismas y la comparación entre unas y otras así como admirar la influencia e interpretación de las mismas. Hasta que llegue ese momento, las podremos ver virtualmente.



Bibliografía: /bloghistoriadelarte.








lunes, 27 de junio de 2016

Salón de Coraceros en el palacios del Quirinal


El Palacio del Quirinal se encuentra en lo alto de la colina homónima en Roma _ Italia. Tiene una superficie de 110.500 m² y es el sexto palacio más grande del mundo en superficie. A modo de comparación, su inmediato predecesor en esa lista de los mayores palacios, el Palacio Real de Madrid.

Gian Lorenzo Bernini, bajo el papado de Alejandro VII, proyectó la construcción de la Manica Lunga (Manga larga), realizando el primer diseño entre 1657 y 1659; el edificio fue continuado entre 1722 y 1724 por Alessandro Speechi bajo el papado de Inocencio XIII y lo terminó Ferdinando Fuga entre 1730 y 1732 en el papado de Clemente XII. 


Nos encontramos en el salón más grande y más solemne del palacio, sede de muchas importantes ceremonias y audiencias del Jefe del Estado. El salón sigue manteniendo un aspecto similar al que debió tener al ser construido a principios del siglo XVII. Son de aquella época el majestuoso artesonado y el pavimento de mármoles multicolores que hacen de espejo a su dibujo geométrico.


También son del siglo XVII las puertas de mármol y la monumental puerta doble de acceso a la Capilla Paulina. La gran luneta de mármol donde está representado el Lavado de los pies, obra de Taddeo Landini, fue esculpida en 1578 para la Basílica de San Pedro y fue sucesivamente trasladada al Quirinal en 1616.

El friso pintado en la parte superior de las paredes, también es de 1616 y pertenece a  un grupo de pintores que trabajaron bajo la dirección de Agostino Tassi, Giovanni Lanfranco y Carlo Saraceni. 

Acorde con la función de este salón, en el que el papa recibía a soberanos y embajadores, en el friso se ven representadas ocho misiones diplomáticas llegadas a Roma desde países lejanos durante el pontificado de Pablo V Borghese. Especialmente conocida y estudiada es la imagen del japonés Hasekura Tsunenenaga, que fue recibido por el papa en el Quirinal pocos meses antes de que se realizaran los frescos.


A principios del siglo XX el salón sufrió un periodo de decadencia: primero se proyectó utilizarlo como pista de patinaje y en 1912 fue transformado en cancha cubierta de tenis. La decoración de tapices del siglo XVIII que cubre las paredes procede de dos series distintas: la primera, francesa, está dedicada a la Historia de Psique, mientras que la otra, en parte francesa y en parte napolitana, ilustra los avatares de Don Quijote.







jueves, 23 de junio de 2016

Dánae recibiendo la lluvia de oro, de Tiziano

"Dánae recibiendo la lluvia de oro", obra de Tiziano Vecellio del año 1565, con unas dimensiones de 129,8 x 181,2 cm, en el Museo del Prado en Madrid _ España.

Hija de Acrisio, rey de Argos y Eurídice. El oráculo había predicho que el hijo de Dánae (Perseo) mataría a su abuelo Acrisio, así que éste la encerró en una torre de bronce.

Zeus la poseyó en forma de lluvia de oro y de ahí nació Perseo, que fue abandonado junto con su madre en un cofre en la isla de Séfiros esperando la protección de Zeus


"La Dánae" de Tiziano en el Museo del Prado

Tiziano es el maestro indiscutible de la escuela veneciana. En esta obra Dánae logra como nunca en la historia de la pintura que el aire, la luz y el tratamiento de los colores sean imprescindibles para la expresividad del cuadro. Tanto la mirada de Dánae, como la de la vieja y la lluvia de oro convergen en el centro del cuadro, aunque la protagonista indiscutible es la joven.


Inspirada en la Metamorfosis de Ovidio, Tiziano realizó esta pintura para Felipe II junto a otras que en su correspondencia calificaban de "poesías" antes que cuadros. Tiziano realiza la composición de la obra con una perfecta conjunción de sus elementos: Zeus en forma de lluvia se dirige hacia Dánae y la sirvienta se apresura a recoger las monedas, dejando claro que aquella va a aceptar la proposición. 

"La Dánae" de Tiziano en La colección de Wellington
en La Casa Apsley

Los dos aspectos fundamentales de este mito, de una parte, el viaje de Dánae con su hijo Perseo y, de otra, la lluvia dorada, han tenido a lo largo de la historia del arte distinto tratamiento artístico. Mientras que del primero de ellos sólo se recogen algunas cerámicas y alguna pintura pompeyana, el tema de la lluvia dorada se hace prácticamente como único referente al mito de Dánae.

"La Dánae" de Tintoretto en el Museo de Bellas artes de Lyon

A principios del siglo V a.C. Dánae aparece sola, totalmente vestida, sentada en su cama y recibiendo las gotas que caen del techo. Después, se van multiplicando las variantes: Dánae recibe la visita de Hermes, de una sirvienta o, más comúnmente de Eros; ella misma puede sentarse en una silla o colocarse en pie, y, sobre todo, se va desnudando con el paso de los siglos y mostrando su placidez, e incluso su placer al recibir la lluvia erótica.

"La Dánae" de Rubens en Museo Ringling

Ya en época romana, se advierte un cambio interesante: Dánae se convierte en una figura semidesnuda, frontal y estática, sea la lluvia dorada, sea un simple rayo de luz dorado en un paisaje exterior. De este modo se exalta el carácter sacro de la acción a expensas del mito original.

"La Dánae" de Rembrandt en el Museo de Hermitage 

Es curioso que esta vertiente religiosa de Dánae fuese captada por los artistas que vieron en el mito una prefiguración de la concepción virginal de María. De ahí que a lo largo del Renacimiento, Tiziano se dedique a pintar la serie de las Poesías, al convertirse la lluvia dorada en una cascada de monedas.
 
"La Dánae" de Léon-François Comerre, colección particular 

La lluvia dorada que cae en cascada desde arriba es el dios Zeus, penetrando en su cuerpo tras haber descubierto que el rey Acrisio tiene encerrada a su hija para intentar romper la profecía de que su nieto lo asesinaría. Zeus fecunda así a Dánae, y su vástago Perseo acaba matando al rey.

"La Dánae" de Klimt en Galería Welz 




lunes, 20 de junio de 2016

El genial arquitecto Gino Coppedè

La" Villini delle Fate" está situado en Via Aterno en Piazza Mincio en Roma _ italia. Es obra de Gino Coppedè (Florencia - Roma), fue un arquitecto, escultor y decorador italiano. Estudió en la Scuole Pie y en la Escuela  Profesional  de Arte Decorativo Industrial de Florencia. Entre 1885 y 1890 trabajó en el taller de su padre donde entra en contacto con algunos arquitectos toscanos de la época. En 1891 entra en la "Accademia delle Belle Arti de Florencia" y se gradúa de en diseño arquitectónico.


El barrio (quartiere) Coppedè es la fantasía aplicada a los planos arquitectónicos y urbanísticos. Le dejaron diseñar la realización de todo un barrio con total libertad para hacer lo que era su sueño. Pues eso es el barrio Coppedè de Roma, todo un sueño de formas, colores y juegos arquitectónicos que transportan al observador a un mundo de fantasía.


Se trata de un barrio residencial situado al noroeste de Roma, junto al Viale Regina Margherita, un ensanche urbanístico de la Roma de finales del siglo XIX y principios del siglo XX para acoger a la incipiente burguesía funcionarial nacida de la unificación italiana y de la capitalidad del nuevo estado.


Y en ese contraste está la dicotomía del barrio Coppedè, que puede fascinar a algunos por su atrevimiento y ensoñación, o puede defraudar a otros por su anacronismo con una Roma que bien suponen homogenea.


El barrio está compuesto de villas y palacetes en estilo Liberty italiano. Allí se mezclan estilos arquitectónicos que dan, no obstante, una curiosa homogeneidad al barrio; hay trazas medievales, pero también barrocas, art decò y orientales de las culturas asirias y babilónicas. Son, en total, 17 villas y 26 palacetes distribuidos alrededor de la Piazza Mincio. Es una arquitectura ecléctica y señorial, que recuerda a viejos castillos de hadas. 


lo mejor es mirar en derredor y contagiarse de la atmósfera de fantasía que nos envuelve. Entonces podemos fijar la mirada en la villa delle Fate, es decir, de las hadas, en el palacio del Ragno (de la araña porque ésta decora la fachada), o en cualquiera de los demás edificios, todos ellos habitados porque el Coppedè sigue teniendo vida. Comenzó a construirse en 1913 y se completó hacia mediados de los años veinte.


La espectacularidad de esta zona la convierte en un lugar especial dentro de Quartiere Coppedè, y que define la espectacularidad que se puede encontrar en el resto de la zona, que aunque no llega al excelente nivel de este rincón, sigue siendo muy especial.


El arquitecto dejó el proyecto diseñado y trabajó en él hasta su muerte en 1927. Las obras que quedaron inconclusas llegado este momento fueron terminadas por otro gran arquitecto, Paolo Emilio Andrè.


Una de las anécdotas acerca de este conjunto arquitectónico tiene que ver con el cine. El director de películas de terror italiano Dario Argento ha encontrado en este lugar de Roma un escenario ideal para formar parte de los escenarios de sus inquietantes trabajos. La espectacular y diferente estructura de sus edificios casan muy bien con el ambiente opresivo y tenebroso de las películas que ha dirigido.













jueves, 16 de junio de 2016

"La dama con una sirvienta que entrega una carta", obra de Johannes Vermeer

"La dama con una sirvienta que entrega una carta", obra de Johannes Vermeer, entre 1666 / 1667 con unas dimensiones de 78.4 x 90.2 cm. Se encuentra en Frick Collection, Nueva York _ Estados Unidos.

Son muchas las paradojas que rodean la vida y la obra de Vermeer, y la mayor de todas es precisamente su producción artística “tan cumplida y coherente, un mundo autocontenido. Se trata de una historia pintada. Una anécdota, un momento inmortalizado. La señora recibiendo una carta de manos de una crida. La mirada de ésta y la sorpresa de la señora permiten aventurar mil posibilidades narrativas. Me pareció fascinante. Y me reconcilié con Vermeer. 

La dama con una sirvienta que entrega una carta
 en 
Frick Collection, Nueva York

Aquí ya no vemos una estancia, sólo dos personajes femeninos en torno a una mesa. La sirvienta entrega una carta a su señora y ésta, con una vestimenta espectacular, se queda pensativa mientras hace un pequeño alto en su escritura. ¿Quién mandará la carta? ¿La habrá leído la criada?. No sabemos los pensamientos que asaltan a la dama pero Vermeer lo sugiere todo.



Sobre la mesa un tintero y un cajón, además de la carta y la pluma. La sirvienta va vestida para el trabajo, pero su señora lleva un precioso manto amarillo con ribetes de armiño, un collar de perlas, un pendiente de una perla muy gorda y un peinado extraordinariamente sofisticado, todo muy lujoso. La atmósfera así creada nos parece muy enigmática y cautivadora.


El tema de la escritura y la recepción de cartas, que se repite con frecuencia en la obra de Vermeer, se da un excepcional sentido de la tensión dramática en esta pintura de dos mujeres que fueron detenidas en algún momento de crisis misteriosa. La falta de modelado final en la cabeza 'y figura y el fondo relativamente llano indican que esta obra tardía de Vermeer se dejó sin terminar. 

La Dama en amarillo escribiendo
en Galería Nacional de Washington

Sin embargo, el artista rara vez o nunca superó los sutilmente variados efectos de la luz que se ve aquí, ya que brilla de la joyería de perlas, brilla desde el cristal y plata objetos sobre la mesa y cae suavemente sobre las cifras en su configuración de sombras. Comprado por el Sr. Frick en 1919, el año de su muerte, esta pintura era su última compra y se unió a "Autorretrato", de Rembrandt de Holbein "Tomás Moro", de Bellini "San Francisco", y Velázquez "rey Felipe IV "entre sus adquisiciones favoritas.

La muchacha del collar de perlas
en
Gemäldegalerie _ Berlin

Muchos de los objetos que se ven en la pintura, como el abrigo, el mantel sobre la mesa, y el collar de perlas, aparecen en otras obras de Vermeer. Esto ha llevado a especular sobre la propiedad de los objetos, atribuyéndoselos al autor y su casa e incluso que los personajes de las pinturas eran sus parientes. La modelo de esta obra podría ser su propia hija María. A menudo se ha sugerido que en su pintura, Vermeer buscaba conceder a sus modelos lo que podía ofrecer a su esposa y familia: la calma y prosperidad.

La pintura de Vermeer se concentra y exige una atención que va más allá de la curiosidad y que, desde luego, nada tiene de frívola. Vermeer no nos dice que hay mujeres que beben, galantean y hacen música, y que no deberían hacerlo, eso ya lo sabemos (o lo sabían), no se limita a informarnos de que las mujeres reciben cartas de amor y las escriben, que tienen en las criadas a sus cómplices, que se ponen collares, que atienden a las labores domésticas…Vermeer nos indica cómo mirar, nos dice, ante todo y primero, que hay que mirar y que mirando descubrimos una realidad mucho más consistente de la que el género representa.








lunes, 13 de junio de 2016

El Museo Palacio Cousiño

El Palacio Cousiño es un palacio ubicado en la ciudad de Santiago de Chile _Chile. La construcción fue encargada al arquitecto francés Paul Lathoud, responsable también de la construcción del edificio del Museo Nacional de Historia Natural. Para la decoración y construcción del palacio se trajeron de Europa en los barcos de la familia terciopelos, brocatos, porcelanas de Sèvres, Limoges y Maissen, parquet tallado a mano de nogal, caoba, roble americano, ébano, haya alemana y otros.


Cortinajes bordados a mano en Francia y pisos de Mayólica italiana. Fue la primera propiedad en Sudamérica en poseer un generador eléctrico, comprado a Thomas Edison, amigo de la familia Isidora Goyenechea cedió la energía eléctrica al vecindario del palacio y la primera también en tener, gracias a su sistema de calefacción, agua caliente y agua fría simultáneamente.


Su arquitectura, historia y las numerosas piezas de arte decorativo que resguarda, lo convirtió en un atractivo museo que desafortunadamente debió interrumpir sus visitas a raíz de los daños ocasionados por el terremoto de 2010.

Es en el año 1869 que el barrio se consolida cuando Luis Cousiño ofrece al gobierno la remodelación de La Pampilla para convertirla en un extenso jardín público, que tomaría como modelo los grandes parques europeos como Hyde Park en Londres, el Bous de Boulogne en París, el Tiergarten en Berlín y el Parque del Retiro en Madrid.


Luis Cousiño Squella había nacido en 1835, y sus contemporáneos lo recordarán como un hombre de inmensa fortuna, finos modales, apasionado por el arte y ser un verdadero amante de la ciudad.
Con motivo de la muerte de Cousiño, su joven viuda, Isidora Goyenechea Gallo, compartía esa fascinación por el urbanismo, la filantropía, el lujo y las artes aplicadas. Decidió continuar al mando de las industrias de su marido.


La importancia de Isidora Goyenechea traspasó las fronteras, no sólo por su inteligente dirección de los negocios un mundo reservado en la época sólo a los hombres sino que por su incalculable fortuna, siendo considerada por los medios internacionales entre ellos el estadounidense New York Times, los franceses Le Figaro y Le Temps, el español El Liberal, e incluso el Östra Finland de Finlandia- como la mujer más inteligente del el mundo. 




En la fachada principal en el eje central lo conforma una marquesina de fierro y vidrios que protege la puerta principal, que se adelanta sostenida por delgadas columnas metálicas, sobre una base de piedra arenisca. Esta sorprendente puesta en escena exterior pierde todo atractivo al comparar el programa decorativo elegido para el interior del palacio:. Atravesando una gran puerta de cedro tallada, emerge la deslumbrante magia ornamental de la corte francesa del Segundo Imperio, tan colorida, fastuosa y excesiva.


El color nuevamente es el protagonista en el acceso principal del palacio Cousiño, una escalinata de mármol blanco permite subir unos metros hasta el brillante piso de mayólica italiana de la sala. 


Los muros están decorados por placas de mármol gris, rojo y amarillo; pero los elementos de mayor interés son ocho óleos del pintor Georges Clairin, el mismo que retrató magistralmente a la actriz francesa Sarah Bernhardt pintura actualmente en el Petit Palais- y que tuvo el honor de participar en la decoración de la Ópera Garnier de Paris, pintando el salón de El Glacier y terminando las alegorías que había iniciado su maestro Isidore Pils, en el Gran Vestíbulo.


La escalera principal del palacio ocupa un lugar preponderante dentro del hall, disponiendo hacia el norte un espacio bajo columnas jónicas que permiten disponer placas de mármol de llamativo diseño, dando paso a las gradas que conducen al segundo nivel rodeadas de paneles pintados por Le Fen, Clairin y Miguel Venegas
Dos grifos de mármol amarillo resguardan el descanso de la escalera principal, cubierta con placas de 20 tipos de mármol diferentes.


El Jardín de Invierno, ubicado al oriente del palacio. Es una estructura de fierro con vidrios azul cobalto y transparentes, diseñada en estilo inglés, su pavimento de mayólica italiana se ve interrumpido por una rejilla de bronce, evidencia del sistema de calefacción central que mantenía temperada toda la casa. 


Del cielo vidriado pende una lámpara de fierro con tulipas de cristal, que originalmente se ubicaba en el Hall; existen además dos esculturas de mármol: “La Mignon” del italiano Calvi, y “Eva después del pecado”, del italiano Bernasconi. Tras los vidrios se puede observar el jardín de la casa, oculto por las ramas de un enorme gomero, que deja caer sus hojas sobre la escalera de arenisca y los jarrones, que permiten bajar hasta la terraza.


Desde el año de 1981 el Palacio Cousiño y sus jardines, fueron declarados Monumento Histórico Nacional, junto con la iglesia de San Ignacio, otro icono del barrio. 
Desde ese momento el museo se convirtió en visita obligada para colegios y turistas chilenos y extranjeros, el más grande icono arquitectónico del siglo XIX santiaguino. Sus salones, especialmente el Hall, sirvió como escenario para conciertos de música de cámara, como locación para series y películas, y eventos sociales.



Bibliografía : Mario Rojas Torrejón y Fernando Imas Brugmann 




jueves, 9 de junio de 2016

"El jardín de las delicias" obra de Hieronymus Bosch

El jardín de las delicias obra de Hieronymus Bosch (el Bosco), hacía 1500 - 1505. Se trata de un tríptico pintado al óleo sobre tabla con unas dimensiones de 220 x 389 cm, compuesto de una tabla central de 220 x 195 cm y dos laterales de 220 x 97 cm cada una (pintadas en sus dos lados) que se pueden cerrar sobre aquella. Ee encuentra en el Museo del Prado, en Madrid _ España.


La obra maestra de El Bosco y una de las piezas estrella del Museo del Prado, merece más de una visita para admirar la filigrana del trazo. Pese a ello, siempre parece surgir un elemento nuevo en la composición. La obra es de contenido simbólico, sobre el que se han ofrecido variadas interpretaciones y fue adquirida por el rey Felipe II de España, gran admirador del pintor. Fueron guardadas durante algún tiempo en el Monasterio de El Escorial, obedece a una intención moralizante y satírica que iba a hacer fortuna ya en su época como demuestra la temprana aparición de copistas e imitadores.


Una vez dentro del óleo, observamos el tríptico cerrado y con la Tierra pintada dentro de una esfera transparente, ubicándolo en el contexto histórico de finales de la Edad Media. El artista nos saluda de esta forma para abrir la tabla y ver el espectáculo de esta manera tan genial y extraordinaria.


A la izquierda, en la hoja dedicada al Paraíso terrenal, Adán conoce a Eva, recién creada por Dios. Junto a ellos, el Árbol de la vida, un drago, especie vegetal de Canarias y África. El Bosco era un gran dibujante y amante de la naturaleza, y recogió numerosos tipos de aves. Se trata de la primera vez que esta especie aparece en un cuadro en Holanda.


El Jardín de las Delicias es sin duda, una de las pinturas en la que aparecen más personas. Sólo en la tabla central de este tríptico se distinguen más de 450, además de multitud de animales. También aparecen otras especies inexistentes, como un unicornio y sirenas. La tabla central representa un jardín, lleno de hombres y mujeres desnudos entregados a multitud de juegos amorosos. Sin embargo, el Bosco y la gente de la Edad Media veía el sexo como un pecado mortal o como un mal necesario.


En 2016 se cumplen 500 años de su muerte y el artista aún sigue despertando la curiosidad de cualquiera que ve sus pinturas ¿Cómo es posible que una mente del siglo XV ideara imágenes como la de un pez con piernas, un rostro que parece nacer de un árbol, un barco volando o dos orejas pegadas entre sí y empuñando un cuchillo? Aunque maestros como Jan van Eyck (1395-1441) ya habían demostrado la grandeza de la pintura flamenca antes de que El Bosco naciera, nadie le había dado al arte el giro de pesadilla fantástica que el pintor desarrolló, como llegado de otro planeta.




Trazar la biografía del Bosco no ha sido tarea fácil incluso cuando se sabe que el artista jamás se movió de su localidad natal, Hertogenbosch, Bolduque, capital de la provincia del Brabante septentrional. fue el que el artista incluyó en su propio nombre cuando decidió dejar de ser Van Aken y convertirse en Hieronymus Bosch. Ese gesto de incluir el lugar de origen en el apellido era bastante habitual por su utilidad para identificar a alguien que lograba ser conocido más allá de su localidad. 


Hieronymus Bosch no sufrió en vida problemas económicos, menos tras su matrimonio con Aleid van de Mervenne, hija de un rico y bien posicionado comerciante, y pudo dedicarse a la pintura de manera desahogada y quizá de modo más independiente que sus contemporáneos.

El arte del Bosco se sitúa en la transición de la Baja Edad Media al Renacimiento, en un momento de grandes tensiones ideológicas y religiosas (corrupción interna del clero, sectas heréticas, nuevas corrientes de pensamiento neoplatónico) y en cierto modo sus pinturas reflejan esos conflictos.




Bibliografia : El Bosco, Pilar Silva Maroto.Catálogo publicado con motivo de la exposición “El Bosco”, el gran acontecimiento cultural del verano en Madrid, celebrada en el Museo Nacional del Prado entre el 31 de mayo y el 11 de septiembre de 2016.