jueves, 28 de abril de 2016

"Muerte y Vida", Gustav Klimt

"Muerte y Vida", obra de Gustav Klimt, del año 1916 y con unas dimensiones de 2002 x 1805 cm, se encuentra en el Museo Leopold de Viena _ Asturia

Gracias a esta obra Klimt, fue galardonado con el premio de la Exposición Universal de Roma, de 1911. No pasó más de cinco años cuando murió el 6 de febrero de 1918, Previamente Klimt había sufrido un infarto que se le complicó con neumonía y gripe. En su taller quedaron inconclusos muchos de sus trabajos.


En esta espectacular composición podemos observar un grupo de personas amontonadas a la derecha. En ellas se ve el abrazo protector de una madre hacia su hijo en la parte alta y otro abrazo, en este caso de un hombre y una mujer, en la zona baja. Este último abrazo carece de connotaciones eróticas, se trata de un abrazo-consuelo y refugio.


Con la llegada del expresionismo, Klimt alteró sus rasgos estilísticos, sobre todo colores lisos y la expresión lineal y rítmica. El artista emplea de nuevo su caudal de motivos abstractos y decorativos para explorar el tema de la muerte y la decadencia, típico del expresionismo, con su interés por el sufrimiento humano. En lugar de la iconografía mística propia del simbolismo, Klimt recurre a una disposición más jovial , en la línea del nuevo grupo expresionista alemán Die Brüke (El Puente) y de las obras de Nietzsche.


Tras un amplio espacio vacío, ahí está la vida, amontonada, caótica, siempre en movimiento, con niños protegidos por el abrazo de las madres, hombres a sus mujeres… Un remolino de células, tejidos y figuras con los ojos cerrados para no ver lo inevitable. Una anciana penitente en el medio de este conglomerado, parece comprender resignada que la muerte es un lento proceso, tan lento que dura toda una vida.


Su estética inconfundible, y cierto aroma decadentista con que se suele identificar su obra, lo han convertido en un referente ineludible de la moda y la estética contemporáneas. sin embargo se consideraba una persona “poco interesante” y en apariencia su rutina era poco llamativa.


Al cabo ya del siglo XX, Gustav Klimt fue considerado como un artista ineludible en la escena vienésesa. Juntó las diferentes corrientes del arte moderno y realizó la síntesis entre el figurativo y lo ornamental, en un estilo hecho de colores planos que dió al contemplador, un efecto a la vez sensual y llamativo.




lunes, 25 de abril de 2016

Houghton Hall


Houghton Hall, en Norfolk, cerca de Malpas_Inglaterra, es la residencia de los marqueses de Cholmondeley. Actualmente tiene alguno de sus salones abierto al público y está rodeado de jardines impresionantes con cerca de 30 hectáreas 

Es uno más de los edificios clave en la historia de la arquitectura de estilo Palladio en Inglaterra, que tanto me gusta y admiro.


En el Reino Unido el paladianismo llegó a ser sumamente popular a mediados del siglo XVII debido a la obra de Christopher Wren. Allí sucedió al Barroco, como una renovación de las formas de la Antigüedad, en construcciones de estilo clásico. A comienzos del siglo XVIII siguió de moda, no sólo en el ámbito británico, sino en la mayoría de los países del norte de Europa.


En 1734, William Kent y Lord Burlington crearon uno de los mejores ejemplos de casas neopaladianas. Kent las adjuntó al proyecto, desterrando su uso agropecuario, y dotó a dichas alas de igual importancia que a la vivienda principal. El uso fue extendiéndose en otras construcciones y usualmente estas alas fueron adornadas con pórticos, frontones y entablamentos. 


La planta consta de un edificio central, conectado por sus ángulos a otros cuatro edificios menores, uno de los cuales alberga la vivienda actualmente empleada por la familia. El conjunto muestra un racionalismo de carácter dogmático, por la completa uniformidad que presenta el edificio, y que en algunos casos lleva al uso de falsas puertas para lograr esta absoluta simetría. En la parte central se ubican las habitaciones privadas, y está flanqueada en sus cuatro ángulos por alas casi independientes, dedicadas a cocina, capilla y habitaciones de invitados y biblioteca.


El interior de la villa es opulento, pero decorado y amueblado de manera muy suntuosa. La ornamentación se usa con moderación empleando el mismo estilo en las habitaciones privadas y en las públicas. 


La más impresionante de las estancias públicas es el llamado Salón, cuyas paredes se encuentran revestidas de terciopelo rojo importado de Génova. 

La mansión alberga valiosas obras de arte, a pesar de que algunas se han vendido a lo largo del último siglo, como una Venus con tañedor de laúd de Tiziano vendida a la firma de marchantes Duveen y que en 1931 ingresó al Metropolitan Museum de Nueva York.


La casa cobró vida de nuevo a principios del siglo XX, cuando Sybil Sassoon, la marquesa de Cholmondeley, se hizo cargo de Houghton en 1919 y trabajó mucho para restaurarla con el fin de que recobre su estilo y vuelva a su antiguo esplendor. Sassoon tenía muchos amigos artistas, uno de ellos fue nada mas y nada menos que el pintor estadounidense John Singer Sargent, cuyas pinturas se añadieron a la colección junto con obras de arte y muebles heredados de su hermano Felipe. 

John Singer Sargent, Portrait of Sybil, Countess of Rocksavage, 1913

El arquitecto que creó los grandes interiores neogóticos del palacio de Westminster ofrece una rara visión de las tradiciones ceremoniales que han sobrevivido en Gran Bretaña y que han sido parte de la cultura refleja en grandes casas de campo inglesas tales como Houghton Hall.

John Singer Sargent, Portrait of Lady Sassoon, 1907

A pesar de varias ventas en el pasado, Holkham Hall conserva sustancialmente intacta la pinacoteca reunida en el siglo XVIII. Posee también siete paisajes de Claudio de Lorena, varios de Gaspard Dughet, un curioso cuadro de Loros y otras aves pintadas por Frans Snyders y ejemplos de otros pintores como Carlo Maratta, Domenichino, Guido Reni, Luca Giordano, Peter Lely, Thomas Gainsborough y John Singer Sargent.


También se custodia aquí una valiosa colección de sesenta estatuas romanas, formada por obras fechables entre los siglos III y I a.C. Considerada la mejor que subsiste en una colección privada británica, se exhibe en una galería que se proyectó específicamente para ella. Las estatuas se ubican en nichos en las paredes, hechos a medida para el adecuado lucimiento de cada pieza.




jueves, 21 de abril de 2016

La coronación de Napoleón", obra de Jacques-Louis David

"La coronación de Napoleón", obra de Jacques-Louis David, realizada entre 1805 y 1808, con unas dimensiones de 629 x 979 cm y se conserva en el Museo del Louvre de París _ Francia.

 

David comienza su realización el 21 de diciembre de 1805 en la antigua capilla del colegio de Cluny, cerca de la Sorbona, que le sirve de taller. Asistido por su alumno Georges Rouget, le da el último toque en noviembre de 1807. Del 7 de febrero al 21 de marzo de 1808, se expone la obra en el Salón de pintura anual; en 1810, se presenta al concurso de los premios decenales. El cuadro sigue siendo propiedad de David hasta 1819, año en que se cede a los museos reales.


Éstos lo almacenan en reserva hasta 1837. Se instala entonces en la sala de la Consagración del museo histórico del castillo de Versalles por orden del rey Luis-Felipe. En 1889, es enviado al museo del Louvre, y sustituido en Versalles por una réplica tardía autógrafa del pintor.


La escena se desarrolla el 2 de diciembre de 1804, en la catedral de Notre Dame de París. Napoleón se distancia aquí del protocolo de la monarquía de antiguo régimen y quiere romper con la herencia de la Casa de Borbón. Sin embargo, los distintos objetos recuerdan los símbolos reales: están presentes la corona y el cetro. 


El emperador es consagrado por la gracia de Dios, pero su coronación por mano propia simboliza su derecho a la corona por la voluntad del pueblo. En efecto, Napoleón nunca "arrebató" la corona de manos del Papa, según el mito inventado por Adolfo Thiers y repetido erróneamente desde entonces. Este gesto estaba previsto en los preparativos oficiales y había sido aprobado por el Papa.

Maria Letizia Ramolino, madre de Napoleón

La frase del propio emperador: "David, te rindo homenaje" es demostrativa de que la espera mereció la pena. El pintor no se limitó a recoger la ceremonia propiamente dicha, sino que nos ofrece en la obra un verdadero retrato de la Francia imperial, concebido dentro de los cánones de la pintura neoclásica, en el que se integran más de doscientos retratos individuales, aunque sea un objeto de pequeño tamaño (la corona que Napoleón se apresta a colocar sobre la cabeza de Josefina) el que ocupa el lugar central de la representación, hacia el que se dirige casi de manera automática nuestra mirada.


Una vez que nuestra vista se aparta de esa corona podemos reparar en el elenco de diversos grupos que nos ofrece David. Todo quedó recogido en este cuadro, bajo la atenta mirada del pintor. La Francia napoleónica que se apresta a iniciar las guerras de ampliación del nuevo imperio, lo que llevará a su final diez años más tarde, posa solemne en este cuadro. Aún hubo tiempo para la anécdota.

Luis Bonaparte

En esa tribuna que acabamos de describir, bajo el grupo que acompaña a David, figura en lugar preeminente María Letizia Ramolino, madre del emperador quien, en realidad, no asistió a la ceremonia. Pero, ¿cómo no iba a quedar representada en un cuadro consagrado por completo a narrar la gloria de su propio hijo? A veces el Arte miente. De nuevo, imita a la vida.

Hijo de Luis Bonaparte y de Hortensia de Beauharnais

David consiguió que posasen privadamente para él la Emperatriz Josefina y la hermana de Napoleón, Carolina Murat, a través de la intervención del anteriormente patrón de las artes, Mariscal Joaquín Murat, el cuñado del Emperador. Para el fondo, David hizo que el coro de Notre Dame como personajes extras. El Papa posó para la pintura, y de hecho bendijo a David. Napoléon acudió a ver al pintor, se quedó mirando fijamente el lienzo durante una hora y dijo «David, te rindo homenaje». David tuvo que rehacer varias partes de la pintura debido a varios caprichos de Napoleón, y por esta pintura, David recibió sólo 24.000 francos.

Jean-Jacques-Régis de Cambacérès
y
Louis-Alexandre Berthier

Jacques Louis David ejerció con su obra una magna influencia en la pintura europea de la época. Su escuela fue afamada y recibió pintores de todas las naciones entre los que hay que reseñar los españoles José de Madrazo y Juan Antonio Ribera.

Abrazó con convicción la nueva tendencia y llegó a convertirse en uno de los principales protagonistas del neoclasicismo europeo. Para David, el neoclasicismo fue el vehículo para oponerse a la frivolidad del rococó y superarla, y también para exaltar a través de la pintura unos ideales éticos, como la honestidad o el triunfo del sentido del deber, y ello hasta tal punto que en su obra el regreso a los ideales del clasicismo está al servicio de finalidades éticas, lo que resulta evidente en la mayoría de los temas elegidos.







Bibliografía: Jacques Louis David, La antigüedad como patria, Cosimiro 


lunes, 18 de abril de 2016

La Universidad de Oñati, un monumento renacentista

La Universidad de Oñate (en euskera y oficialmente, Oñati), es un monumento renacentista de la villa de Oñati en Guipúzcoa, País Vasco _España. Desde mediados del siglo XVI a principios del siglo XX funcionó como la primera y única universidad del País Vasco.

Durante el siglo XVI, el renacimiento dejará su impronta en la arquitectura de Euskal-Herria, a través de las formas platerescas, las del llamado Gótico vasco y, en muchísimo menor medida, las de las formas plenamente renacentistas.

Además, la actividad constructiva será enorme, en especial en las provincias del litoral que vivirán un momento de gran bonanza económica.


Su construcción, iniciada en 1543, fue promovida por el obispo y humanista Rodrigo Mercado de Zuazola, natural de Oñati y gran amigo del cardenal Cisneros y patrocinada también por el emperador Carlos I. 

La fachada, fue levantada por el tallista francés Pierre Picart en torno a 1546 y está flanqueada por dos gruesas torres de planta cuadrangular que se elevan un piso más sobre la altura del resto del edificio.


La portada se sitúa en la fachada no centrada sino desplazada hacia la izquierda. En las esquinas de las torres y flanqueando la portada aparecen unos gruesos pilastrones con decoración escultórica. El paramento situado entre la portada y los pilastrones que la flanquean está realizado en sillería, a diferencia del resto de la fachada que es de mampostería.


Los pilastrones tienen un zócalo en el que aparecen relieves con temas de los trabajos de Hércules. Sobre dicho zócalo se elevan dos niveles con hornacinas que albergan esculturas de bulto redondo de santos y mártires. En las esquinas de los pilastrones y flanqueando las hornacinas aparecen columnillas.  Los pilastrones aparecen rematados en su parte superior por torrecillas sobre las que se sitúan figuras de guerreros que también aparecen sobre los vértices del tejado.


Como vemos, la variada decoración escultórica con sus temas mitológicos y paganos de tradición clásica y los religiosos propios del cristianismo son característicos de la cultura humanista renacentista y pretenden adoctrinar al estudiante que va a atravesar la puerta y aleccionarle en el ejercicio de los valores propios de dicha cultura humanista.


Si penetramos en su interior, veremos que el edificio tiene planta cuadrangular articulada en torno a un magnífico patio central también de planta cuadrada, porticado y en dos pisos. Los pórticos de ambos pisos están rematados por arcos de medio punto sostenidos por columnas de capiteles jónicos.


En las enjutas entre los arcos se sitúan alternándose escudos nobiliarios con medallones con efigies de personajes históricos y mitológicos e históricos (entre los que podemos distinguir a los contemporáneos Carlos I su esposa Isabel de Portugal.
Todo esto nos permite reafirmar que el edificio de la universidad de Oñati es uno de los más importantes de la arquitectura renacentista en España, no sólo por sus valores artísticos sino también como paradigma de esa cultura humanista que pretendía conciliar fe cristiana y tradición clásica e impulsar la búsqueda del conocimiento.




Bibliografía: La universidad de Oñati y El Renacimiento, Monserrat Fornellas Angelats

jueves, 14 de abril de 2016

Pierre-Auguste Renoir

"Las niñas en el piano", obra de Pierre-Auguste Renoir, del año 1892, con unas dimensiones de 900 x 160 cm en el Museo de Orsay, Paris _ Francia. 

Este cuadro representa a la época en que Renoir aborda el estilo <<nacarado>>, y se reencuentra con un impresionismo ligero, impregnado de dulzura. No hay colores agresivos ni una sola línea dura, el lienzo está dominado por la más absoluta armonía. Armonía de colores donde el pintor juega con variaciones sutiles de anaranjados mezclados con verdes y amarillos, donde los frágiles rosados se acercan a los blancos nacarados, apenas realzados por el azul perla y el piano madera de color claro.

Obra de Auguste Renoir, en el Museé d` Orsay 

Armonía también en una composición basada, sobre todo, en las curvas de los objetos (vasos, piano, cortinas) y en las dos hermanas. La proximidad de sus cabezas y la posición de sus cuerpos indican intimidad. En realidad es uno de los mejores ejemplos de que su pintura que trasciende el tiempo y se convierte en el color puro. De hecho, el tema de la pintura es también para crear un ambiente ideal en el que las chicas pueden pasar el tiempo como si estuvieran en un cuento de hadas moderno.


Uno de los aspectos más característicos de esta pintura es su repetitividad, el hecho de que se ha hecho varias veces de manera casi idéntica repsenta un lirismo significativo y extraordinario de colores. De hecho, cabe preguntarse por qué un cuadro de esta importancia se realiza tantas veces, y la razón hay que buscarla en su intento de ofrecer una imagen que era posible exponer, de acuerdo con sus objetivos, en un museo.

Obra de Auguste Renoir en el Metropolitan de Nueva York 

Gracias a este lienzo, a los 51 años de edad, Renoir se convierte en el primer pintor impresionista admitido en el Museo de Luxembourg, el museo de arte moderno de la época. "Las niñas en el piano" fue adquirida por el Estado a través de Henri Roujon, director de Bellas Artes, bajo la recomendación de su buen amigo Stéphane Mallarmé, el gran poeta simbolista.

Obra de Auguste Renoir, Colección privada







lunes, 11 de abril de 2016

Catedral de Vank en Isfahan _ Irán



La Catedral de San Salvador también llamada Catedral de Vank y la "Iglesia de las Hermanas Santas", es una catedral en la ciudad de Isfahan _ Irán. Vank significa "monasterio" o "convento" en el idioma armenio.

Desde la época de los Aqueménidas (550 a.C. -.331 a.C.), Isfahán fue una de las ciudades preferidas por los reyes, y ya en el siglo V a.C. la convirtieron en una de sus residencias estivales.


En el exterior es un edificio muy austero y muy sencillo en la decoración. Armenia fue quizás una fuente del arte románico. Además, dicho país continúa la construcción de pequeñas iglesias con cúpula central.


Ya una vez dentro es imposible quedarse impávido ante tanta belleza, casi enano frente a la magnitud de la decoración interior, quedándose uno hipnotizado ante tanta belleza. La Catedral de Vank ha sido el lugar que más impresionado nos ha dejado. Es el templo cristiano más importante en Irán y el más bello que hayamos podido contemplar.


Para describir un lugar así sobran las palabras, La decoración y los motivos cristianos abruman en cuanto se traspasa la pequeña puerta. El amor real por la ciudad se mostró especialmente con el monarca safávida Sha Abbas (1587-1629), al que se deben numerosas obras de sabor artístico e histórico. Viajeros de aquella lejana época describieron a Isfahán como la ciudad más próspera y moderna del mundo con cerca de un millón de habitantes.


Desde entonces, y pese a la pérdida de la capitalidad, la ciudad ha seguido siendo una atrayente urbe que ha seducido a poetas y viajeros.

Isfahán disfruta de un clima benigno, con un periodo agradable que va de Mayo a Septiembre. Ofrece al viajero una fuerte personalidad, una artesanía rica.


Es la iglesia armenia más importante de todo el país. Su estilo es una mezcla de arte iraní y arte renacentista italiano. Además del templo, el conjunto catedralicio está formado por un museo, oficinas y la casa del arzobispo de Isfahán. Ni un solo espacio en blanco, las pinturas y murales cubren cada rincón, cada espacio y cúpulas del templo cristiano de Isfahán.


¡El arte elevado a su máxima expresión! La historia del cristianismo explicada a golpe de pintura, de dibujos, a golpe de efectividad escénica. La pintura mural sólo existe de manera fragmentaria, con representaciones de escenas del Antiguo Testamento y los santos. Con colores vivos y magistralmente interpretada.








jueves, 7 de abril de 2016

Ana Maria Dalí y Salvador



Mirando por la ventana, obra de Salvador Dalí, del año 1925 con unas dimensiones 105 cm × 74,5 cm, se encuentra en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid _España


Representa a la hermana del artista, Ana María, a la edad de diecisiete años, asomada a la ventana, de espaldas, en la casa de vacaciones que la familia poseía en Cadaqués, a la orilla del mar. Dalí realiza un trabajo de gran uniformidad cromática y sencillez en la composición, donde la muchacha nos introduce en el paisaje que ella contempla.


La única hermana de Dalí, Ana María, fue como modelo incondicional hasta el punto de conocerse al menos doce obras en las que la podemos encontrar. Las relaciones entre ambos fueron, al menos en la primera etapa del pintor, excelentes, desde compañera de juegos infantiles y juveniles y colaboradora en algunos de sus trabajos hasta compenetrarse lo suficientemente como para compartir ideas e incluso muchas de sus excentricidades.


Una figura en una ventana, que el pintor llevaría a cabo de la forma más natural dentro de la vida cotidiana de aquel año de Cadaqués. Aunque se ha escrito muchísimo sobre ella, analizándola hasta la saciedad y vertiendo toda clase de juicios y comentarios siempre positivos, pienso que en general es excesivo este enorme clamor popular. Se trata de un retrato, original si se quiere por estar de espaldas, muy bello, sencillo de ejecución.

Sin embargo la imagen es muy conocid, hasta diría que familiar para muchísima gente y hace emerger un Dalí amable y sensato frente a lo que es casi toda su obra, la verdadera obra con categoría en la que, aquí sí, las obras maestras aparecen en abundancia.


Me quedé perplejo al ver que durante la Guerra Civil la suya y otras familias acomodadas de Figueras sufrieron la represión de la retaguardia republicana. Ana María fue detenida el 4 de diciembre de 1938 acusada falsamente de espionaje. Estuvo diecisiete días encarcelada en varias prisiones donde sufrió múltiples torturas y violaciones. Todo ello ocurría poco antes de que las tropas franquistas llegaran a la frontera francesa.

Sufrió una fuerte crisis nerviosa que le salvó la vida puesto que, a raíz de esta crisis, salió en libertad. Finalizada la guerra ingresó en la Hermandad de Excautivos, organización de ámbito nacional que exaltaba los valores de quienes habían sido encarcelados durante la guerra en territorio republicano. 


Por desgracia la adoración al hermano se tornó en aversión tras la ruptura familiar y el relevo por parte de Gala. A pesar de las posteriores reconciliaciones, Ana María nunca perdonó ni soportó a Gala, y cargó sobre ella toda la responsabilidad del “torcimiento” ético de su hermano. Esta acusación se hizo pública con la edición de su particular respuesta a The secret life (1942), el libro Salvador Dalí visto por su hermana (1949), que provocó un nuevo distanciamiento entre los hermanos. 


Musa, modelo, amiga, compañera, amante, esposa... Gala lo fue todo para Salvador Dalí. Tanto, que a partir de 1950 el artista la incluyó en su rúbrica. «Firmando mis obras como Gala-Dalí no hago más que dar nombre a una verdad existencial, porque no existiría sin mi gemela Gala».




Bibliografía : Ana María Dali y Salvador, libro de Antonina Rodrigo 
                       Editorial Base




lunes, 4 de abril de 2016

Museo Arqueológico de Sevilla

El museo Arqueológico de Sevilla _ España, está ubicado en la Plaza de América, frente al Museo de Artes y Costumbres Populares (antiguo Pabellón Mudéjar) y junto al Pabellón Real, dentro del Parque de María Luisa. 

En 1911 se celebra un concurso para la construcción del edificio que es ganado por el arquitecto sevillano Aníbal González, con un proyecto de estilo neo-renacentista. La obra se ejecutó entre 1912 y 1919, como parte de muchas obras que se realizaron en Sevilla el contexto previo a la Exposición Iberoamericana de 1929,  y fue bautizado como “Palacio del Renacimiento”.

Fue el edificio más caro de la Plaza de América, duplicando el presupuesto del vecino “Pabellón Mudéjar”. Durante la exposición fue dedicado al Palacio de las Bellas Artes. Las colecciones arqueológicas se trasladaron al edificio en 1942.


Fue creado en 1879 al amparo del Decreto de 1867 sobre Museos Arqueológicos (entonces “Museos de Antigüedades”). Por solicitud a los particulares de los objetos que tuvieran entre sus pertenencias. En el inventario de la Comisión se relacionaban 335 objetos.

Con el paso del tiempo se añaden más colecciones al museo y escasea el espacio, llegando a ser difícil la disposición de las piezas dificultando a la vez realizar una exposición adecuada, a pesar de que desde 1904 se habilitaron dos salas más.


Desde el 1 de marzo de 1962 el conjunto de edificio y contenido es declarado Monumento Histórico Artístico. Durante la década de 1970 el museo sufre obras de ampliación y mejora, aumentando el número de salas hasta las existentes 27 actuales donde son conservadas más de 60.000 piezas, sumando objetos en propiedad y depósito; entre ellas las piezas procedentes de Itálica, que ocupan un lugar relevante, por su calidad y por su número, al irse trasladando allí los nuevos hallazgos, así como la pequeña pero relevante colección que se exponía, con piezas menores de hallazgos en superficie antiguos, así como mayores, de las campañas realizadas entre 1970 y 1978, en el efímero Museo de las Excavaciones del propio yacimiento, hace pocos años desmantelado. No obstante, el edificio sigue necesitando importantes reformas.


Las salas se dividen en tres plantas, salas I a X: piezas datadas desde el Paleolítico hasta la cerámica ibérica.

Salas XII a XV: colección de elementos del Imperio romano en Hispania, esculturas, mosaicos, restos arquitectónicos, epigrafía, vidrio, cerámica, orfebrería, etc.
Las susodichas salas terminan en la sala XXVII (y última) donde hay obras mudéjares y alguna gótica y en la planta alta se encuentran El Carambolo, Sala monográfica. Aquí se expone la réplica del tesoro del Carambolo, junto con los tesoros de Ébora y Mairena, contextualizando los vestigios de la civilización tartesia conservados en las colecciones de este museo.


El arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra ganó un concurso nacional en diciembre de 2009 para la reforma completa del edificio y la renovación del discurso museográfico. El proyecto contempla abrir el salón ovalado central como recibidor y colocar ascensores acristalados, y mejoras sustanciales que repercutirán en la iluminación y la climatización del edificio.

Diana Cazadora del siglo ll d.C


Para terminar, la excelente calidad de las obras y piezas que forman parte del fondo del museo además de la cantidad que custodia lo hacen estar entre los primeros de España, son de destacar los restos de la época romana e hispanorromana, los más importantes y abundantes que posee el museo, y que proceden en mayor parte deItálica, en menor medida aunque eso no hacen que sean menos importantes son las piezas procedentes de los municipios de Écija, Estepa, Alcalá del Río, Villanueva del Río y Minas, etc.