lunes, 29 de septiembre de 2014

Museo Casa Buonarroti en Florencia



Un lugar para recordar y celebrar la grandeza de Miguel Ángel y al mismo tiempo una exposición pomposa y barroca de las colecciones de arte de la familia. La Casa Buonarroti es uno de los más extraordinarios museos florentinos. Ofrece, en primer lugar la posibilidad de admirar las dos piezas de alivio de mármol famosas, esculpidas por Miguel Ángel en sus primeros años: la Madonna della Scala, que muestra claramente la pasión de este artista por Donatello y la batalla de los centauros que se hace eco de la admiración del artista para el arte clásico.



La Sala de estudio. Frescos que representa
 genios, héroes, Poetas y hombres de ciencia 


Es igualmente sugerente para entrar en este palacio del siglo XVII y conectar las obras de Miguel Ángel a los siglos de historia de la familia Buonarroti, que contribuyeron en gran medida a ampliar el edificio y embellecerlo con el objetivo de preservar los objetos preciosos de diferentes culturas (que incluye la reciente colección de los dibujos de Miguel Ángel que consta de 205 dibujos preciosos y el igualmente importante archivo y biblioteca).



La habitación de Ángel, busto de
Miguel Ángel el Joven, obra de Giuliano Finelli


El edificio exhibe colecciones de arte poco comunes que comprenden pinturas, esculturas, mayólicas y hallazgos arqueológicos que ahora están dispuestas en las dos plantas del museo. Una sala especialmente equipada muestra en la rotación de un pequeño número de los dibujos de Miguel Ángel.



Virgen de la Escalera de 1490 obra de Miguel Ángel 


La importancia de la Casa Buonarroti va mucho más allá de la celebración de una personalidad extraordinaria como Miguel Ángel, a pesar de que muestra muchas de sus obras y documentos que han aumentado también gracias a las donaciones y piezas transferidos aquí desde otros museos florentinos.


La figura de un dios del Río obra de Miguel Ángel


No es la casa natal de Miguel Ángel Buonarroti, pues lo hizo en Caprese en la provincia de Arezzo, sino que se trata de una de las casas en que vivió el artista. Su sobrino Leonardo, en los años 1546 a 1553 hizo edificar el palacio que fue luego ampliado y restaurado en su actual forma en 1612 por Miguel Ángel el Joven, hacia 1612. El Joven utilizó un proyecto que comprendía dos diseños del propio Miguel Ángel. Su último descendiente, Cosimo, ofreció el edificio y sus colecciones a la ciudad, y en 1859, un año después de su muerte, el palacio fue abierto como museo.
Las obras expuestas en estas habitaciones comprenden: El Crucifijo de Santo Spirito, que los críticos tienden a atribuir a Miguel Ángel, el modelo de madera de la fachada de San Lorenzo y el río de la Divinidad, que se utilizó para preparar una de las esculturas realizadas para la nueva sacristía.



Cleopatra de 1559 obra de Miguel Ángel en Florencia 


La idea de crear un edificio suntuoso para celebrar la gloria de la familia fue una iniciativa de Miguel Ángel Buonarroti, un hombre extraordinario de letras y promotor de las actividades culturales, que se emplea para las obras del edificio, de la "Galería" y de los tres cuartos posteriores, los artistas más reconocidos de Florencia, como Empoli, Passignano, Artemisia Gentileschi, Pietro da Cortona, Giovanni da San Giovanni, Francesco Furini y el joven Jacopo Vignali.



Modelo para la fachada de
 San Lorenzo en Florencia obra de Miguel Ángel


Estas suntuosas habitaciones fueron elegidas por Miguel Ángel, el más joven al que exhiben los objetos más preciados de su colección, incluyendo la pequeña historieta de Miguel Ángel que muestra una Virgen con el Niño y el panel de madera que representa algunos episodios de la vida de San Nicolás, obra maestra de Giovanni di Francesco, un discípulo de Domenico Veneziano.

También es útil recordar que el museo organiza exposiciones cada año en varios aspectos de la vida y el arte de Miguel Ángel, y en el patrimonio cultural y artístico de la Casa Buonarroti.


Batalla de los Centauros de 1492 obra de Miguel Ángel



Detalle del fresco del techo del rostro de Michelangelo Buonarroti 




lunes, 22 de septiembre de 2014

La Casa Macaya



La casa Macaya es un edificio modernista situado en el Paseo de San Juan de Barcelona, es un proyecto del año 1901 del arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalidad de Cataluña el día 9 de enero de 1976.




Puig y Cadafalch llevó a cabo diferentes trabajos que se inspiraban en precedentes históricos y vernaculares, y que se enmarcaban expresamente dentro del estilo predominante del momento: el modernismo. La casa Macaya es un ejemplo claro del modernismo ecléctico que evoca ejemplos del gótico civil del siglo XV y XVI y detalles de la casa solariega catalana de finales del siglo XIX. Esta composición ecléctica de estilos responde a la voluntad nacionalista de Puig, de fijar las bases de una nueva arquitectura catalana.


La Fachada con esgrafiados obra de Joan Paradís


En 1894, Puig y Cadafalch estableció relación con Eusebi Arnau, quien sería su escultor predilecto y también colaborador de Domenech i Montaner. El trabajo escultural en piedra de la fachada al Paseo de San Juan de la casa Macaya es obra de Eusebi Arnau y Alfons Juyol, y se concentra en el piso principal (en la tribuna y el balcón con piezas incrustadas de cerámica vitrificada verde) y en los marcos y columnas de las ventanas de toda la fachada. 


Detalle de la escalera en La Casa de Macay


Siguiendo esa típica estructura medieval, las habitaciones principales estaban distribuidas alrededor de un gran patio central, y a las que se accedía a través de una escalera que partía del patio, junto a la cual estaban las caballerizas y el jardín posterior. En la parte superior, se construyó la característica galería aireada, con las que se solían finalizar los edificios medievales, y que servía para mantener el grano a resguardo de las inclemencias del tiempo y de los posibles roedores.



Detalle del techo de La Casa Macaya


A pesar de esa similitud con los palacios medievales y la austeridad de las fachadas, estucadas en blanco, no faltan abundantes elementos arquitectónicos y decorativos propios del modernismo, que dejan constancia de los trabajos realizados por los ejércitos de artesanos que acostumbraban a intervenir durante las construcciones.


Obra del escultor Eusebi Arnau


El capitel que vemos a continuación se haya en la entrada de carruajes y representa al arquitecto en bicicleta. Es obra del escultor Eusebi Arnau. La bicicleta era el medio de transporte empleado por el arquitecto para desplazarse entre el Palau Macaya y la Casa Amatller. otro edificio modernista del cual también era el arquitecto y que se estaba construyendo simultáneamente.



Obra del escultor Eusebi Arnau


Los caracoles tienen, en las diferentes culturas, varios significados; pero muchos los asocian con la lentitud. Este es el significado que posiblemente se le da a la representación que podemos ver en los arcos de la entrada al Palau o casa Macaya. Eusebi Arnau contrapone la lentitud del transporte en burro simbolizado por los caracoles a la velocidad de los nuevos tiempos representadados por la bicicleta.


Ornamentación modernista


Los alicatados vitrificados son obra del arquitecto Antoni Gallissá, colaborador cercano de Puig que diseñó diferentes piezas para la firma Pujol y Bausís. La forja, presente tanto en el exterior como en el interior (vestíbulo y patio central), fue obra de Esteve Andorrano y Manuel Ballarín, y la pintura en el interior, fue obra de Marcelino Gelabert. Los oficios fueron la excusa perfecta para incluir en numerosos casos símbolos del patriotismo catalán reforzando la voluntad Puig y Cadafalch que entendía el arte de estas casas “siempre como un arte nacional salido de la propia tierra”.



Casa Macaya_ Barcelona Art Nouveau


Tras haber sido usada como prisión durante la Guerra Civil y sufrir muchos desperfectos en el año 1947 se la revendió a la Caixa de Pensiones que adquirió la casa y la transformó en el Instituto Educativo de Sordomudos y Ciegos inaugurado el enero de 1949. La casa también acogió durante aquellos años una de las oficinas de la famosa revista Braille, y la capilla de la nuevaparroquia de Sant Francesc de Sales.


Interior de La Casa Macaya


En el año 1979, la casa se convirtió en Centro Cultural hasta el año 1991. Hay que destacar la gran cantidad y calidad de exposiciones que se llevaron a cabo durante los años en los que permaneció abierto. También se convirtió en Museo de la Ciencia. En última instancia, y después de haber sido cerrado durante diez años, la Casa Macaya ha reemprendido su vocación social transformándose en un centro que fundamenta su razón de ser en la promoción del diálogo entre sectores sociales, y donde la sostenibilidad, en todos sus sentidos, ocupa una posición central.


Patio central obra de Esteve Andorrano y Manuel Ballarín





lunes, 15 de septiembre de 2014

El Hotel Amelot Bisseuil



El Hotel Amelot Bisseuil es una mansión construida en el siglo XVII en el barrio histórico de Marais, París _ Francia. Es obra del arquitecto Pierre Cottard. Fue habitado por Caron de Beaumarchais de 1776, lugar donde escribió "Las bodas de Fígaro" en 1778. Beaumarchais vivió allí hasta 1790.



El hotel Amelot Bisseuil 



En Francia, no obstante, el palacio urbano de la nobleza, denominado hôtel, recuperó para sí el esquema de los castillos medievales. El clima más duro reclamaba una optimización del soleamiento en las principales estancias, lo que generó fachadas escalonadas y grandes alas laterales. El cuerpo principal se encontraba retrasado respecto a la calle y precedido de la cour d'honneur, un espacio de transición abierto al exterior que al mismo tiempo separaba el palacio de la ciudad.




Detalle de la fachada pricipal



El segundo patio, más grande que el primero, está conectado por un arco. Se encuentran cuatro nichos con estatuas, con vistas a la calle Guillemites. Las estatuas representan las "virtudes" (la fuerza, la verdad, la prudencia, la justicia, la vigilancia, la sabiduría).



Bajorrelieve obra del escultor Thomas Regnaud



La fachada que da a la calle Vieille du Temple ofrece un arco alrededor de un bajorrelieve esculpido por Thomas Regnaudin de 1660, desenvolviéndose en el estilo barroco del norte de Francia. Algunas de las obras realizadas por Regnaudin fueron incorporados a la «Galería de Apolo» del museo del Louvre.

Regnaud fue admitido como miembro de la Academia Real de París, donde presentó un relieve en mármol de San Juan Bautista y en la que ejerció como profesor en 1658.

En colaboración con François Girardon realizó un gran grupo escultórico Apolo servido por las ninfas(1667- 1675). En el Jardín de las Tullerías se encuentra su obra Saturno izando a Cibeles, pero donde se encuentran más esculturas de este artista es en los jardines del Palacio de Versalles.



Gorgona Medusa 
obra del escultor Thomas Regnaud



La puerta de entrada está decorada con cabezas de Medusa Gongona, se decía que había tres gorgonas, Medusa, Esteno y Euríale, y que la única mortal de ellas, Medusa, tenía serpientes venenosas en lugar de cabellos como castigo por parte de la diosa Atenea. La gorgona ocupaba el lugar principal del frontón de un templo en Corfú. En la fachada está decorada con esculturas de Rómulo y Remo, junto con su lobo de crianza.
Desde 1924 se considera como monumento histórico. El interior conserva piezas excepcionales con madera, pintura y techos. Galería de Psique nombrado representaciones artísticas de carácter mitológico. El techo, pintado por Michel Corneille el Viejo.



Detalle de la Sala Flora



El techo de la sala flora fue condecorado por Joseph-Marie Vien en el siglo XVIII. La Sala fue restaurada a finales del siglo XX. A partir de los grabados realizados según diseños Cottard. Son originales en esta sala sobre la chimenea y el techo pintado por Louis de Boullogne que representó a Las bodas de Hércules y Hebe.














martes, 9 de septiembre de 2014

Patio de los Elementos



En la ciudad alemana de Dresde, en el número 23 de la calle Görlitz, un intrincado sistema de desagües y embudos en el exterior de una casa de color turquesa guarda un poderoso secreto. Con el agua de la lluvia, el edificio se convierte en un poderoso instrumento.


La Casa de Canto en Dresde, Alemania


El entramado de tubos de la casa, que se encuentra en Neustadt Kunsthofpassag, un área de la ciudad que forma parte de un proyecto artístico llamado "El Patio de los Elementos", produce sonidos musicales.


Cuando llueve, la original casa retiene el agua de la lluvia, y el desplazamiento del agua por los diferentes desagües y embudos produce una dulce melodía que llama la atención de los turistas que disfrutan del natural espectáculo musical. Como la lluvia no es siempre la misma, cada espectáculo es diferente.



Detalle del embudo de la Casa de Canto



Conocida también como "La casa de canto", fue diseñada por los artistas Annette Paul, Christoph Rossner y André Tempel. La artista explicó que la inspiración para concebir la idea surgió cuando recordó "el teatro de la lluvia" que producía el paso de la lluvia por las tuberías de su casa de San Petesburgo.







Patio del arte: este conjunto de patios, con una más que curiosa forma y decoración, tiene un recorrido que empieza en el "Patio de los Seres Fabulosos", para visitar después el "Patio de la Luz", siguiendo por el "Patio de los Elementos", continuando por el "Patio de las Metamorfosis" y finalizando en el "Patio de los Animales".




 El Patio de los Animales



La fachada del Patio de los Animales está decorada con relieves de animales sobre un fondo verde y balcones hechos de mimbre. Es el hogar de la jirafa, el mono y la grulla.



El Patio de la Metamorfosis



El Patio de la Metamorfosis viene representado por una transformación lenta de unas láminas de papel que decoran sus paredes. Gracias a la idea de los artistas Annette Paul, Christoph Rossner y André Tempel, los turistas visitan esta fachada deseosos de que caiga un gran chaparrón, puesto que tuberías y embudos, que nos recuerdan a algunos instrumentos de viento, decoran la pared de este edificio. La lluvia cae a través de ellos y produce un sinfín de melodías. Un azul intenso da color a las piezas de música. Lo único malo es que, si no llueve, no hay música. Este curioso barrio es de gran atractivo turístico por las obras de diferentes artistas y artesanos que lo decoraron con gran gusto y originalidad.