lunes, 18 de agosto de 2014

La Estación de Sao Bento



La Estación de Sao Bento o San Benito es la estación ferroviaria más importante de Oporto y a su vez uno de los mejores monumentos de la ciudad. Su situación céntrica hace que pasar por este lugar sea casi inevitable.

Desde esta popular estación portuense salen trenes hacia distintas ciudades importantes de Portugal y España.





La Estación de São Bento fue construida a principios del siglo XX en el lugar donde se alzaba el Convento de São Bento del Ave María, de ahí el nombre del edificio, obra del arquitecto José Porto, Marques da Silva, en el estilo francés típico de la época. Se inauguró en 1916, y desde entonces ha visto a millones de pasajeros entre sus arcos y andenes.

Si algo destaca de la estación, aparte del bullicioso trasiego de viajeros y las palomas jugueteando en los andenes, son sus magníficos murales de azulejos.





Es al atardecer, con el sol entrando por los arcos de la estación, cuando los 20.000 azulejos de São Bento adquieren unos brillos mágicos que se reflejan en todas direcciones, haciéndonos cambiar de posición buscando el mejor ángulo para no perdernos ningún detalle de los murales. La cantidad de azulejos no la he puesto a ojo de buen cubero, consta que están numerados y fueron elaborados entre 1905 y 1916.






El vestíbulo principal está recubierto de estos miles de azulejos historiados, obra del pintor Jorge Colaço (1864-1942), unos paneles que representan escenas campesinas y episodios relacionados con la fundación y la historia de la ciudad. Podremos observar escenas de cosecha, de coronación, de batallas, de procesiones, de desembarco en el Duero…






Los azulejos del tramo superior son policromos y de tamaño más reducido, mientras que los demás, con escenas en dos tramos más hacia el suelo, lucen la habitual tonalidad azulada de la cerámica portuguesa y se extienden sobre una mayor superficie mural.







El techo ornamentado en relieve se muestra blanco y con el nombre de los ríos más cercanos en grandes caracteres, Minho y Douro, respectivamente hacia el norte con la entrada a los andenes y en la parte sur, en la entrada a la estación.







Colaço es conocido por los recursos artísticos que utiliza en la caricatura, su depurada técnica en la pintura al óleo, y en especial por el tratamiento particularísimo de su dibujo en el azulejo pintado, donde aplica una técnica pictórica muy desarrollada, que la hacen ser auténticos cuadros murales.






Los azulejos de Colaço, principalmente pintados de azul y blanco, pueden catalogarse dentro de la corriente historicista que influenció todo el arte de la primera mitad del siglo XX (basándose principalmente en temas de los finales de la Edad Media, época de los descubrimientos, y la dinastía manuelino) y tradicional (exaltación de las costumbres de la vida rural). También son interesantes sus obras de tema mitológico, especialmente la serie de azulejos que decoran las galerías exteriores del Palacio de Buçaco, basadas en la Obra "Os Lusiadas" de Camões.





Sao Bento se empezó a construir en 1900, cuando el rey Carlos I puso la primera piedra, en el contexto de una expansión del sistema ferroviario en el territorio portugués. Hoy en día la estación está en pleno funcionamiento y es uno de los nexos de unión más empleados por los portugueses para llegar a la ciudad del Duero.



lunes, 4 de agosto de 2014

Una fortaleza llamada "El Castilo del Belmonte"


El Castillo de Belmonte, Cuenca _ España, es una fortaleza construida en el siglo XV por el Marqués de Villena. Las obras de restauración, rehabilitación y puesta en valor del castillo de Belmonte han desarrollando de forma intensa, desde que se reabriera al público en 2010, las visitas han ido en incremento.
El actual castillo fue construido entre 1456 y 1472 por Juan Pacheco primer Marqués de Villena y III Señor de Belmonte. Es una obra gótica-mudejar del maestro Hanequín de Bruselas fallecido en Toledo en 1494. 



El Patio de Armas de Castillo del Belmonte 


Según un documento de 1456, don Juan Pacheco ordena construir el castillo y una muralla a cal y canto que rodease la villa hasta el castillo, cuya tercera parte sería costeada por el propio marqués y el resto por sus vasallos de Belmonte. Juan Pacheco también ordenó construir la Iglesia Colegial de San Bartolomé en esta villa de Belmonte. Es el monumento más emblemático de Belmonte, una villa enclavada en la "Ruta del Quijote" que tiene un conjunto histórico perfectamente conservado y cuenta con la declaración de "Villa de Interés Turístico" desde hace más de 40 años.



Vista del interior del Castillo Belmonte,
hacía del antiguo  recinto amurallado


Del antiguo recinto amurallado que rodeaba la población, sólo restan dos tramos en perfecto estado que bajan desde el castillo hasta la población, así como cuatro puertas de las cinco que tuvo. Este recinto amurallado fue construido y reconstruido a lo largo de los siglos XV y XVI.

El lienzo norte de la muralla de unos 300 metros de longitud, baja desde el castillo hasta la población en dos quiebros, hasta el camino donde se situaba la puerta de Santa Inés, donde se remata con un baluarte.

El lienzo sur de la muralla de unos 350 metros de longitud y dos baluartes, baja desde el castillo hacia el casco urbano, se pierde en la primera zona edificada, reapareciendo en la Puerta de Chinchilla. En este trozo encontramos una curiosa torre albarrana


Primer piso (ala sur)


La escalera de madera nos introduce en un largo pasillo situado en el primer piso del ala sur. En este pasillo encontramos a la izquierda tres puertas que se corresponden con otras tantas habitaciones. La galería se cubre con un artesonado de madera en su color natural y con decoración geométrica.



 La decoración tallada en piedra 

                                                                                                                                                             
Destaca la decoración tallada en piedra de las dos ventanas de que dispone la habitación. En ella se encuentra un minucioso trabajo en piedra realizado sobre todo el interior de la ventana tanto en los muros laterales como superiores. Es el conocido como bestiario medieval pues en ellas podemos encontrar desde animales mitológicos, frailes, escudos, representaciones historiadas o formas extrañas de difícil interpretación. Es una de las salas más espectaculares de todo el castillo.



Detalle del techo del Segundo piso (ala norte)


Destaca esta habitación por su techumbre de madera que era conocida por el nombre de el giratorio. Se trata de un artesonado en forma octogonal que según las crónicas podía girar. Se adornaba con cientos de pequeños espejos de oro y plata incrustados en la madera, también colgaban una serie de campanitas. Al moverse el conjunto producía un destacado juego de luces, colores y sonidos.

La segunda habitación más grande que el resto de las que vamos a ver, era el salón noble de los marqueses, donde pasaban sus ratos de ocio. En la actualidad se ha decorado con muebles de época decimonónica.





La puerta de acceso al castillo situada al este, está formada por una puerta gótica trilobulada situada junto a la torre del homenaje. En el tímpano aparece la figura de un paje que se encuentra de pie sobre un pequeño pedestal situado en la clave del arco. Una de sus manos se apoya sobre un yelmo con los escudos nobiliarios de la familia de Juan Pacheco (primer marqués de Villena) y la familia de su segunda mujer María Portocarrero y Enríquez con la que se casó en 1442 (la familia Girón). Esta puerta se atribuye al arquitecto Juan Guas.


Detalle de la Biblioteca del Castillo del  Belmonte


El castillo, declarado "Monumento Nacional", es una de las fortalezas más conocidas de España por su peculiar planta, que ha servido de escenario para muchas películas, entre la que se encuentra "El Cid", de Anthony Mann, que protagonizaron Charlton Heston y Sofía Loren.



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